Ya conocemos esta historia, al inicio del año nos ponemos con lista en mano a planificar cómo cumpliremos todas esas cosas que nos propusimos en Noche Vieja, muy juiciosos. Al inicio todo parece ir de maravilla pero al final siempre pasa lo mismo, la lista termina en el cajón del olvido.
Los objetivos más comunes suelen ser perder peso, hacer actividad física, salir temprano de la oficina, buscar nuevas fuentes de ingresos, dejar atrás un mal hábito. ¿Pero por qué nos damos vencidos tan pronto? ¿ Y nuestras metas?
Muy sencillo, no sabemos cómo mantener el mismo nivel de motivación el resto del año. Aquí entra en juego algo muy importante que les puede sonar muy trillado, que es la fuerza de voluntad y el poder de atracción de la mente, esto quiere decir que debemos tener muy en claro qué queremos conseguir, no despegarnos de él, sino más bien alimentarlo de pequeñas emociones como son esos pequeños grandes logros. Un ejemplo puede ser corrí tres veces a la semana durante todo un mes; más tarde puede ser haber terminado tu primera Carrera. Visualízate usando un vestido dos tallas más pequeñas a la actual, inscribiéndote en tu primer Iron Man. Otra herramienta útiles es la de tener un blog un pequeño video diario o una cuenta de Instagram para documentar tus progresos, así cuando te desanimes puedas volver atrás y mires todo lo que has conseguido. Recuerda que la clave está en la constancia y la importancia que tiene para ti cumplir ese objetivo.
¿Aunque aún es muy temprano, ¿ya tienen su lista de propósitos para 2019?
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